De la utilidad social del conocimiento científico
Desde sus inicios en 1992 nuestro equipo funda su trabajo junto a las comunidades locales, en la idea de una arqueología socialmente útil. Es decir que retomamos el desafío de una práctica científica que tenga utilidad para las comunidades campesinas e indígenas con las cuales trabajamos.
Esto se concretiza en "una práctica profesional que con una actitud crítica hacia el statu quo, reflexiva y politizada halla compromiso en un proyecto de cambio y empoderamiento social de las clases subalternas y sectores populares, alineándose con ellos en la jerarquización de intereses, necesidades y expectativas, tanto los de mayor trascendencia histórica como los más inmediatos y “prosaicos” que hacen a condiciones materiales de vida" (Delfino y Rodríguez 1991).
Por lo tanto, nuestros temas de investigación no van a ser adoptados desde la lógica interna que las comunidades científicas legitiman per se, sino que son definidos contextualmente desde una realidad que involucra a sujetos en una instancia co-productiva de conocimientos y acciones. Así, nuestros planteos poseen puntos de coincidencia con las propuestas de la Investigación Acción Participativa (Martí 2000), persiguiendo un conocimiento colectivo, por proporcionar resultados cuya utilización y gobierno corresponden a los propios implicados, que deben haber determinado el proceso de conocimiento, a la vez que experimentado en el mismo un proceso de maduración colectiva.
Desarrollamos asimismo con lxs pobladorxs locales un programa de investigación acción-participativa que tuvo por eje la definición y materialización del Museo Integral de la Reserva de Biosfera de Laguna Blanca y del Instituto Interdisciplinario Puneño. Este espacio de integración se rige por un contrato cognoscitivo en el sentido de Rabey y Kalinsky (1986), es decir una “sociedad” integrada por una amplia variedad de especialistas como tecnólogxs andinxs, artesanxs, productorxs locales y agrónomxs, veterinarixs, agrimensorxs, profesorxs, actores y actrices vinculadxs al proyecto teatral de recuperación de la memoria, museólogxs y arqueólogxs.
Este proceso de co-producción de los conocimientos en absoluto implica una relación sin conflictos. Muy por el contrario, esta experiencia posee tensiones, disrupciones e imposiciones asimétricas que han fluctuado dependiendo de las situaciones y contextos. Los términos de los acuerdos del contrato congniscitivo se renegocian en cada decisión y los sentidos se re-significan desde los criterios de validación que cada "socix" propone.
Desde nuestra práctica, buscamos generar las condiciones y el espacio en una interacción de los campesinos e indígenas como sujetos históricos, para permitir un proceso de restauración de los saberes sometidos, saberes de una praxis que cuestiona las prácticas estatales y prácticas académicas. Consideramos fundamental el generar las instancias que den posibilidad para un trabajo de reparación histórica, el volver a traer los sujetos, memorias, cuerpos, relatos invisibilizados y subalternizados. Hemos posicionado en esta lucha nuestro rol y la función central de nuestra praxis científica. En este camino existen numerosas tensiones, en una ida y venida entre los colectivos presentes (y, también, pasados), que nos permiten un pretexto para afirmar permanentemente nuestra posición ética, y necesariamente politizada, frente a una construcción histórica nacional arrolladora. Se trata de un ejercicio de continua reformulación y reacomodamiento, del que necesariamente las comunidades nos devuelven una resignificación.
Arqueología y comunidades indígenas: por una ciencia socialmente útil
Desde el 2015, nuestro equipo pone su experiencia profesional al servicio casi exclusivo de las comunidades indígenas de la región. En este sentido, realizamos las cartografías participativas y los relevamientos territoriales junto con las cinco comunidades locales: Aguas Calientes, Carachi, Corral Blanco, La Angostura y Laguna Blanca. A la fecha pudimos identificar y documentar un total de 1151 sitios de uso comunitario. Estos trabajos siguen en curso.
Convenios Marco
En 2019, se firmaron cinco Convenios Marco entre el InIP-UNCA y las comunidades indígenas de la Puna Catamarqueña, para regular las prácticas científicas-académicas bajo parámetros consensuados con ellas.
Algunas publicaciones nuestras para completar la lectura: