Nuestras acciones parten de un criterio amplio de educación liberadora, teorizado por Paulo Freire en 1965 como de La educación como práctica de la libertad. Es decir que el hombre no puede ser comprendido, fuera de sus relaciones con el mundo, puesto que es un “ser-en–situación”, es también un ser de trabajo y de transformación del mundo. El hombre es un ser de la praxis, de la acción y de la reflexión. El proceso de “educación como práctica para la libertad”, es sobre todo y antes que todo, una situación verdaderamente gnoseológica. Aquella, en que el acto cognoscente no termina en el objeto cognoscible, ya que se comunica a otros sujetos, igualmente cognoscentes. Por ello dista mucho de reducirse a una mera transmisión o transferencia de saberes (incluidos los conocimientos técnicos); lejos del acto de depositar informes o hechos a los educandos, no es la perpetuación de los valores de una cultura dada, ni del esfuerzo de adaptación del educando a su medio.
En contraposición adherimos a los postulados del educador brasileño cuando sostiene en 1973 (¿Extensión o comunicación?: la concientización en el medio rural) que se trata de una “Praxis en la cual, la acción y la reflexión, solidarias, se iluminan constantemente y mutuamente. En la cual, la práctica, implica la teoría, de la cual no se separa, implica también una postura de quien busca el saber, y no de quien, pasivamente lo recibe”. “La educación no es un proceso de adaptación del individuo a la sociedad. El hombre debe transformar la realidad para ser más (...)”. Así, como lo dijo Freire en 1976 en Educacion y Cambio, “(...) se identifica con su propia acción: objetiva el tiempo, se temporaliza, se hace hombre-historia”.
De esta manera, las actividades emprendidas desde el Museo Integral de la Reserva de Biosfera de Laguna Blanca y el Instituto Interdisciplinario Puneño junto con las comunidades locales nos han permitido poner de manifiesto la ausencia de ciertos contenidos en la “Educación Formal” impartida desde las instituciones escolares primarias y secundarias de la región. En particular, los diagnósticos conjuntos han revelado que la enseñanza formal de la Historia no refleja el pasado local y las visiones que hay de éste entre los miembros de las comunidades indígenas y campesinas. Así, la realización conjunta de actividades con lxs comunerxs, guiadas por una metodología de investigación-acción participativa, ha hecho patente la necesidad de generar propuestas alternativas en las que dialoguen las distintas voces de ese complejo escenario social y cultural que es la región de Laguna Blanca, y queden expresadas las diferentes interpretaciones de la historia y las prácticas culturales locales. Ante este contexto, hemos venido actuando desde diversas acciones programáticas que se han visto materializadas en diversos proyectos, entre los cuales los siguientes se encuentran en ejecución:
